Solo

Puede que pienses que estoy loco, puede que creas que soy un retrasado, pero ya me da igual lo que pienses de mi, ya nada importa, ahora, te contaré mi historia.

Mi nombre es Leonardo, tengo 17 años, yo solía ser el típico chico normal de secundaria, mis notas eran buenas, yo era el favorito de los profesores, pero yo no le tomo mucha importancia a ese tipo de cosas. Yo trataba de hacer amigos pero ellos me ignoraban, me llamaban extraño solo por ser diferente al resto. Todos los días siempre estaba solo nadie se atrevía a acercarse a mi nisiquiera trataban de hablarme, solo se me quedaban mirando.

Yo tenía un solo ojo. Perdí mi ojo derecho en un accidente de auto. Pero eso da igual, yo nací con ojos rojos y pelo blanco pero eso también da igual. Gracias a mi apariencia todos me miraban extraño, me ponían sobrenombres como. Demonio, Chico frío, Angel de muerte sin alas, entre muchos otros. Siempre se burlaban de mi.

- Ya no puedo mas, todos.. Porque todos me miran como si fuese el malo, porque todos me tratan mal porque, ¿¡POR QUE!? Yo... yo... maldigo esta secundaria-.

Ya no pude aguantarlo más, ya no pude soportarlo, con todo mi dolor, maldije la secundaria, al llegar a casa mi madre me saludó como siempre lo hacía, ella dijo -¿Como te fue hoy? ¿Lograste hacer unos amigos?

- Pasó lo mismo, lo siento mamá pero nadie quiere hablar conmigo.

- Oh.. Vaya.. Lo siento mucho, tal vez la proxima vez.

Mi madre era una persona maravillosa, ella me amaba tanto a mi como yo a ella, yo la quería mucho, Entonces me fuí a mi habitación.

- La cena estará pronto, asegúrate de bajar para empezar a comer.

- Vale.

Encerrado en mi habitación pense muchas cosas, una de ellas fué. ¿Porque tuve que nacer si nadie me queria?. Entonces por mi cabeza pasó una idea, esa idea consistía en quemar la secundaria para que todos sufrieran el mismo dolor que yo, cegado por el dolor, me dispuse a hacerlo, tome la gasolina, tomé unos fósforos y me fuí a la secundaria, todos estaban en clases, ese dia yo no fuí a la secundaria, entonces derramé la gasolina sobre los alrededores de la secundaria y prendí un fosforo, encendí la gasolina, el fuego empezó a manifestarse por toda la secundaria, despues de 15 minutos el fuego alcanzó varias aulas todos estaban quemándose, ellos estaban sufriendo el mismo dolor que yo. Con lágrimas en los ojos dije:

- Lo siento mamá, de verdad lo siento mucho, pero ellos se lo merecen.

Despues de 4 horas la secundaria quedó completamente en llamas todos se habían quemado, no sobrevivió nadie, yo escapé, me fuí lejos de mi madre, ella no merecía vivir con un asesino como yo.

Quedé completamente solo, mi madre no estaba conmigo, a pesar de ser la única persona que me aceptó como soy, yo la abandoné, era lo mejor.

Pasaron 2 Semanas desde entonces, yo ya había muerto, me atropelló un auto que venia a 235 Kilometros por hora entonces mientras aún me quedaba algo de tiempo antes de morir pense:

- Esto es lo que me merezco, alguien como yo, solo merece la pena de muerte, extrañaré los calidos brazos de mi madre.. ahora si quedé... completamente... Solo... muy solo...